Esto significa que no podemos vivir sin sustentarnos en algo, en alguna motivación. En este sentido, la filosofía budista enseña que «vivir» implica «creer» en algo. En otras palabras, cada uno de nosotros tenemos algo que consideramos la razón de vivir, nos apoyamos y creemos en ello.
Para algunas personas lo más importante es el dinero, porque sin dinero no se puede vivir. Para otros, la gran motivación de la vida son los hijos. La filosofía budista enseña que la esposa, los hijos, el dinero y los bienes materiales son como tablas y troncos que flotan en la inmensidad del océano de la vida.
Pero, ¿por qué la familia y el dinero se comparan con troncos o tablas, en esta analogía, en la que la vida se compara con un enorme océano?
Inclusive si nos apoyamos en nuestro esposo o esposa, un día tendremos que separarnos, ya sea en vida o en el momento de la muerte.
Cuando finalmente nos enfrentamos a la muerte, somos abandonados por todo lo que contábamos en la vida, mientras estábamos sanos. De la misma forma, cuando una ola de sufrimiento nos golpea, somos despojados de las tablas y troncos en medio del océano. Y entonces, tenemos que sufrir sofocados con agua salada.
En esta situación, algún día nos ahogaremos. Esto es inevitable.
Aun sabiendo todo esto, solo ocupamos nuestra mente en “cómo nadar”.
Desde el momento en que nacemos, todos nuestros esfuerzos se centran en «cómo vivir». Si alguien se desanima, lo incentivamos: «¡No te rindas! ¡Vive!».
Pero pensándolo bien, eso no tiene sentido. Un día seguramente moriremos y, aún así, tenemos que vivir a pesar de la angustia. Entonces, ¿por qué vivir?
Si las personas están sufriendo en esta vida y continuarán así hasta la muerte, pensando y conformándose, sin la esperanza de revertir esta situación y lograr la felicidad plena y duradera en esta vida, ¿qué sentido tendrá vivir?
¿No es extraño?
Por lo tanto, podemos concluir que, sin conocer lo esencial, el propósito de la vida, vivir pierde todo su sentido.
Aunque de forma inconsciente, en el fondo, esta es la cuestión que más deseamos tener claro y el tema central del budismo. Hace más de 2600 años, Shakyamuni, el buda, explicó que por más grande que sea el sufrimiento, debemos vivir para cumplir un propósito extremadamente importante en esta vida.
El objetivo de la vida es obtener, mientras estamos sanos, la felicidad absoluta, plena y duradera, aún cuando en este mundo, todo es inconstante y efímero.
(Contenido de la película – anime «¿Por qué vivimos?» – Japón, 2016)
Más información sobre la película y el contenido de la filosofía budista, que explica la respuesta a la pregunta “¿Por qué vivimos?”.